Pensando en Sistemas

Pensando en Sistemas

El pensamiento sistémico transforma cómo abordamos metas y hábitos. En lugar de depender únicamente de la fuerza de voluntad, podemos diseñar sistemas que nos guíen hacia el éxito. Al crear ciclos de retroalimentación y eliminar fricciones, construimos caminos sostenibles hacia el logro.

Gerardo Ortega

Hoy reflexioné sobre el año que viene. Siempre tengo metas: hacer más ejercicio, pasar tiempo de calidad con la familia, continuar aprendiendo, ahorrar dinero. Cada año, es el mismo ritual. Establecemos metas ambiciosas. Muchas veces, nos quedamos cortos. Incluso con los mejores planes, el éxito permanece esquivo.

Este año es diferente. En lugar de enfocarme únicamente en las metas, estoy pensando en los sistemas que me ayudarán a alcanzarlas. Como Ingeniero de Software, trabajo con sistemas a diario—pero los sistemas no se limitan al código. Permean cada aspecto de nuestras vidas: nuestras rutinas de trabajo, nuestros hábitos personales, nuestras relaciones. Dan forma a nuestros resultados de maneras que a menudo no reconocemos.

Este año, estoy aplicando el pensamiento sistémico a mi vida personal. Esto es lo que he aprendido sobre sistemas efectivos:

  • Proporcionan retroalimentación medible – Puedes ver claramente si están funcionando
  • Incorporan ciclos de retroalimentación – Usan los resultados para mejorarse a sí mismos
  • Son fácilmente ajustables – Puedes optimizarlos sin empezar desde cero

Usando estos principios, estoy construyendo sistemas personales. La planificación supera a la fuerza de voluntad cada vez. Aquí están mis principios guía:

Los Sistemas Deben Eliminar las Malas Decisiones

Es agotador tomar constantemente la decisión correcta mediante pura fuerza de voluntad. Un sistema bien diseñado elimina la necesidad de toma de decisiones constante. ¿Quieres comer más saludable? No tengas comida chatarra en casa. ¿Quieres hacer más ejercicio? Prepara tu bolsa del gimnasio la noche anterior. La mejor decisión es la que no tienes que tomar.

Prepárate para Tiempos Difíciles

La vida inevitablemente lanza bolas curvas. Si tienes sistemas en su lugar, los tiempos difíciles se vuelven manejables en lugar de catastróficos. Construye un fondo de emergencia automáticamente. Crea redundancias en tu flujo de trabajo. Diseña tu vida para ser resiliente, no solo eficiente.

Usa Sistemas para el Aprendizaje Continuo

Aprender es desafiante cuando la vida se vuelve ocupada. Un sistema simple lo hace sostenible. Lee una página diaria—son 365 páginas al año. Estudia 30 minutos cada mañana—son más de 180 horas anuales. Las acciones pequeñas y consistentes se acumulan en resultados significativos. Mantén el sistema lo suficientemente simple como para que realmente lo sigas.

La belleza del pensamiento sistémico es que cambia el enfoque de los resultados a los procesos. En lugar de obsesionarte con perder 10 kilos, te enfocas en el sistema de caminatas diarias y planificación de comidas. En lugar de estresarte por leer 50 libros, te enfocas en el sistema de leer antes de dormir cada noche.

Este año, estoy apostando por sistemas en lugar de metas. Porque mientras las metas nos dan dirección, los sistemas nos dan progreso.

Gerardo Ortega

About Gerardo Ortega

Software craftsman with a focus on scaling, polyglot programmer, coffee enthusiast, and lifelong learner. Passionate about machine learning, data science, and building great products.